jueves, 12 de julio de 2012

Lamento


escucho al silencio
mientras aguardo sentada,
boca cerrada…
mi voz fue pospuesta
por manos ajenas a su cuerpo,
la negra historia
sostiene palabras recién nacidas
recorriendo un cuerpo inerte
hasta plasmarse en mis líneas,
duermo armada,
para no ser tocada
por su mente triturada,
me brotan oídos
por la espalda,
huyo…
se divorcian mis pestañas
como la llave y la puerta,
rompo el espacio
lleno de sillas,
para vomitar
las lágrimas de un
interior cobarde,
perturbador,
silencioso…
el cuadro,
no sé si gime
o canta,
mientras espero
a que abran mi boca…

Roelbani

Doble Cortina


Una caricia del silencio
mientras mi espalda
regala un beso,
su sombra danzante
desnudo la cama,
dividida,
rayada…
comencé el día
con un pensamiento prófugo
como sueño de leon dormido
en su suelo,
en su árbol,
uñas deformes
rasgan al pentágono
moribundo,
nadie me observa
en la oscuridad
de mi cuarto,
despego el brazo
de la almohada…
el silencio se fue.
se sirvió la sangre
para su deleite,
vuelan desesperados
a mi alrededor,
encontrando una voluntad
dormida,
entregada al
paso del tiempo,
ahora inexistente
entre cuatro soles
y mi lápiz…

Roelbani

Segundo Tiempo


Un montón de libros
le gritan a un par de agujas,
el silencio en su cuerpo
es inalcanzable,
reclaman la ausencia del tacto,
de lucha…
se avergüenza un rostro invisible
sentado detrás,
una mujer mal humorada
enterró aquella gota
a punto de salir,
salón multiplicado de paredes blancas.
¿Cuántas veces te miré?
aun no las cuento…
boca presumida,
seca,
muda…
gritos mojados sobre la luna
desatan lujuria misteriosa,
se muerden,
se desean,
pero no se tocan…
y aquí me encuentro
pagando una vieja deuda,
reconciliándome con tus ojos,
mis manos
y una hoja…

Roelbani.

Un Momento


Se evaporan los gritos
Derramándose en mis ojos,
Divina danza de recuerdos.
Sangre,
Puñal en el pecho
Y en el caracol música muda…
Muertos perdidos en el abismo
No muy lejos de tus manos,
Acariciando mi rostro
Veraz que tan suave puede ser
La cicatriz de una lagrima,
Me entrego a la verdad
Despojándome de mi misma,
¿Cómo saber quién eres
si no se quién soy?
Todo voló
Pero no me incluyo,
Techo derrumbado
Sin haber caído
Aplastando nuestra conciencia.
Sobre la cabeza
Gritos…
Bajo los pies
Nada…
Nos robaron la tierra
En un momento.

Roelbani.