martes, 12 de junio de 2012

Noche sin Luna

En esta noche vacía
mi llanto quiere escribir,
recordándome que hoy no hay luna
amante de huellas,
dedos adoloridos gritan seis veces tu nombre,
callado,
sombrío...
Pidiendo consuelo a un lápiz fugitivo,
amarran la rosa
para que siga en pie,
fatigada por el sol implacable,
caliente...
dedos adoloridos gritan seis veces tu nombre,
hay mil ojos en el cielo
burlándose de mi,
la brisa me seduce
invitándome a dormir,
dedos adoloridos gritan seis veces tu nombre,
cama sedienta
de un cuerpo ligero,
que hoy...
espera por ti.
Dedos...

Roelbani.




En La Caja Azul

Han acorralado a un alma inocente
aplaudiendo al tirano vestido de sol,
su sangre brota por la espalda
manchando las flores armadas
gritos,
horror...
mil y un voces reclaman su carne,
orejas negras serán el trofeo,
pies bautizados,
entrañas benditas,
busque consuelo en la pereza de mis gatos.
Una lagrima más para los cuerpos
enterrados en el recuerdo,
la espada partió su corazón en dos.
Retorcido cuerpo
que gime en cama,
como lobo perdido
sin luz de luna...
Clavare mi lápiz en tus ojos
a ver si te despierto.

Roelbani.

Última Noche

Nueve días para que la muerte llueva,
sobre almas farsantes sedientas de algo...
El árbol baila,
las hojas secas se burlan
de aquellas antenas 
envenenadas por el viento,
felino prófugo de su sombra.
Cadáveres,
recuerdos...
¿Donde cabe la risa en este lugar?
Hipócritas,
culto mostaza
sin dios...
sin plegarias...
Este recuerdo sonoro
se evaporara como tu último llanto,
compartiendo el aire
con la podredumbre 
de gusanos hambrientos,
esperando
ser alimentados.

Roelbani.

Mi Sentir

Camino sobre un mar negro
llorando una masacre de almas,
vomitando la estúpida idea de la superioridad humana,
sentimientos me poseen
masticando mis sesos
creándose un banquete agrio
disfrutando cada onda
muerta y sin forma.
Gusanos...
Su ojo en la espalda
ahora tan purpura como mis dedos,
llevo conmigo el carma de un don.
Viudas,
huérfanos...
Alimento mi conciencia
odiando cada paso mudo,
pasillos vacíos llenos de oscuridad.
¡Maldigo sus ruedas!
La lana blanca,
ahora manchada por nuestra podredumbre.
Multiplicare mis venas
como raíces adventicias
cubriendo su dolor
y la ausencia de un dios...

Roelbani.

domingo, 10 de junio de 2012

Eco

Me duele la sombra,
va consumiendo los delirios de mis manos
dejándome ojos huérfanos,
se construye el pasado en la espalda
abolida por palabras miedosas,
me duele la sombra,
y no te encuentro
eterno enamorado de errores,
ahí vienen las saladas intrusas
de mi conciencia,
mientras...
me sigue doliendo,
cauterizas estos pasos perdidos
con ilusiones sin fecha ni hora,
solo esperar,
es la única condena que arropa
a estas entrañas floreadas,
falleció mi sombra dormida en la luz.
Te reclamo a ti,
noche vividora e inocente.
¡No quiero de tu cáliz!
Solo devuélveme
aquella maravillosa visión en solitario
que marca mi egoísmo sobre el tapete.

Roelbani.

Némesis

Ahí están mis ojos tristes
sumergidos en tu oscuro caminar,
se pierde la voz
mientras anhela llegar
al oído confundido que te sostiene,
tantas dudas,
tantas respuestas...
Prefieres regalarle la ignorancia
a todas ellas,
mastique mi centro.
Conozco el sentimiento que me invade
lo repudio inteligentemente,
¿te amputaste los dedos
para negare tu voz?
no me molesta,
aquí la llevo conmigo
cuadrada,
brillante...
palabra,
ilumina mis pasos como lo sabes hacer,
guíame las manos a la calma,
recobra el susurro
de un cuarto vacío,
escríbelo en cama
y hazme dormir...

Roelbani.

Escondida

Deseo desenrollarme
como papiro al viento,
comprender el juego
entre blanco y negro,
satisfacer mis dudas
con el simple hecho de caminar.
Borrar el palpito del abdomen
llevándolo a su lugar,
deseo envolverte en estas palabras
tanto mas que en mis errores,
inclinar este rostro cobarde,
fugaz...
miedo; liberaste la verdad nublada.
miedo; liberaste la verdad nublada.
miedo; liberaste la verdad...
Deseo entender el ¿porqué? que no tengo.
Aquí,
arropada en el vació,
construyendo una excusa
para salvaguardar lo poco que me queda,
no existe cura para esta enfermedad,
solo la anestesia
del silencio me calma,
aquí,
entre absurdas victorias,
aquí...
aquí deseo lo que no puedo tener...

Roelbani.





Un Silencio Casi Perfecto

Existo indispuesta,
el mundo contrajo el vientre
escupiendome mentiras en el rostro,
corrijo pensamientos 
para aligerar un poco la carga.
Este cuerpo...
monopolio,
llueven balas hurtadas
compartieron mi clímax,
en el preciso momento.
Quedo hueca, 
entregada a las hormigas
sobre la acera,
sin excusas,
dormida...
El tiempo rosa mis labios
mientras la muerte se masturba,
dejo caer sus gemidos
colocándole música al papel,
te invento,
sonrío,
respiro...
Todo concuerda
y a mi niño lo muerde su pelota de cartón...

Roelbani.